A pesar de estar preso en Ancón 1, Adam Smith Lucano Cotrina, alias “El Jorobado”, continuaba operando como cabecilla de Los Sanguinarios de la Construcción. Un operativo de la Dirincri destapó su poder oculto: un bunker en Comas con armas, explosivos y equipos tácticos listos para el crimen
Desde el penal de máxima seguridad Ancón 1, Adam Smith Lucano Cotrina, conocido como El Jorobado, seguía moviendo los hilos de una de las organizaciones criminales más temidas del país. Aunque estaba tras las rejas, coordinaba extorsiones, atentados y el abastecimiento de armamento para su banda: Los Sanguinarios de la Construcción.
La Dirincri ubicó en Comas un bunker que servía como centro de operaciones del grupo. La vivienda, en apariencia abandonada, escondía un verdadero arsenal de guerra.
En su interior se hallaron una réplica de fusil AKM, pistolas Glock modificadas para disparar en ráfaga, silenciadores, miras telescópicas, linternas tácticas, cargadores de 30 balas y una granada lacrimógena. Todo valorizado en más de 250 mil soles. El hallazgo confirmó que el poder criminal de El Jorobado seguía activo, incluso desde prisión.
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