Comerciantes, transportistas y trabajadores independientes califican de “infantil” e “impráctica” la recomendación presidencial, mientras la extorsión golpea cada 19 minutos en el paí
La respuesta ciudadana no se hizo esperar. El pedido de la presidenta Dina Boluarte de “no leer mensajes de extorsionadores” ha generado un masivo rechazo entre comerciantes, transportistas y trabajadores independientes, quienes consideran su consejo “infantil” y “desconectado de la realidad”. En un país donde cada 19 minutos se denuncia una extorsión y una sola comisaría puede recibir hasta 275 casos diarios, la inseguridad se ha convertido en una pesadilla nacional.
Para miles de peruanos, ignorar llamadas o mensajes desconocidos simplemente no es una opción. “Si no contesto, pierdo clientes nuevos”, explica don Adrián, dueño de una bodega en la avenida Emancipación, quien vive entre la necesidad de vender y el miedo a ser amenazado. Con 65 muertos en el transporte público de Lima y Callao en solo dos años, el pedido de la mandataria es visto como otro reflejo del abismo entre el gobierno y la calle.
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