Vecinos claman por mano dura y afirman: “Sin un Bukele en el Perú, la criminalidad seguirá viva” – dejando entrever que lo que se tiene “no sirve para nada”.
La noche del jueves, la violencia volvió a teñir de sangre las calles de Chepén. Carlos Alberto Cabanillas Tejada, un conocido comerciante de 54 años y propietario de una ferretería, fue acribillado dentro de su propio local ubicado en el Jr. Pedro Cáceres Becerra. Lo más indignante: el crimen ocurrió a solo una cuadra de la comisaría, sin que ningún agente pudiera impedirlo.
Las cámaras de seguridad registraron el ataque: dos sicarios a bordo de una motocicleta negra se detuvieron frente al negocio y, con total frialdad, abrieron fuego contra su víctima antes de escapar sin dejar rastro. La escena fue rápida, calculada y brutal.
La población está harta. “Mientras en el Perú no exista un Nayib Bukele, la criminalidad seguirá viviendo y matando”, repiten con rabia los vecinos, que ya no creen en la capacidad del Estado ni en las promesas de seguridad. Chepén, como tantas otras provincias, vive bajo el dominio del miedo, mientras el silencio oficial se vuelve cómplice de la impunidad.
VIDEO:
