El flamante discípulo de Acuña y defensor oficial del gobierno regional de Rosa Vásquez protagoniza otro bochornoso incidente, esta vez irrumpiendo en una intervención policial para «ayudar» a un ciudadano con evidentes signos de haber brindado más de la cuenta. Parece que la coherencia no es su fuerte, ¡nadie da lo que no tiene!
Otra vez el nombre de José Caico, Consejero Regional de Lima Provincias y ahora famoso por sus «particulares» intervenciones, salta a los titulares. En esta ocasión, el escenario fue la transitada vía San Vicente – Imperial, durante un operativo policial de rutina la mañana del jueves 1 de mayo. La atención de los agentes se centró en una camioneta de placa BEN-237, registrada a nombre de José Sandoval Cama, cuyo conductor presentaba, digamos, una «alegría» desbordante al volante, constituyendo un peligro latente para todos, incluyendo al mismísimo José Caico, quien ya había sido neutralizado previamente, quizás por precaución ante tanta efusividad.
Pero la tranquilidad del operativo se vio súbitamente interrumpida por la aparición estelar de nuestro ya conocido consejero. Al mejor estilo de un superhéroe de barrio, Caico irrumpió en la escena, desatando un nuevo escándalo público que nos recuerda a su ya célebre «rescate» en las inmediaciones del mercado de San Vicente, donde terminó siendo llevado por la misma policía que ahora cuestiona.
En un video que ya circula como pólvora en redes sociales, se escucha al consejero Caico denunciar un supuesto «abuso policial» contra el conductor intervenido. Un efectivo policial, con evidente sorna, le responde algo así como «ya hablaste con el general, se le va a ayudar», dejando entrever influencias que, de ser ciertas, serían dignas de una telenovela.
Lo más sorprendente del asunto es la actitud de Caico. Envalentonado y con una inexplicable sensación de autoridad, se le ve liderando la «intervención», exigiendo ser grabado, como si estuviera protagonizando su propia cruzada contra la «injusticia etílica». ¡Un verdadero adalid de las causas… con aroma a pisco!
A pesar de las declaraciones posteriores de José Caico a las afueras de la Comisaría de Imperial, el video es un testimonio irrefutable de lo ocurrido. Mientras tanto, la Región Policial Lima Sur y su General Javier Infante Revilla mantienen un silencio sepulcral, quizás meditando sobre cómo lidiar con este nuevo «paladín» de la justicia cañetana. Y en Cañete, la pregunta resuena: ¿la Fiscalía actuará de oficio ante este evidente intento de obstrucción a la justicia, o preferirán creer el mantra local de que «aquí no pasa nada»?
Con cada nuevo escándalo, José Caico nos recuerda una máxima irrefutable: nadie puede dar lo que no tiene. Y en su afán por «ayudar», solo logra evidenciar una preocupante falta de criterio y respeto por la ley. ¡Salud! (irónicamente, claro está).
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