Modus operandi de delincuentes extranjeros simula ayuda humanitaria para amedrentar y exigir cupos, dejando a la comunidad en estado de vulnerabilidad
La tranquilidad de los vecinos de San Juan de Miraflores en Lima – se ha visto perturbada por una alarmante nueva modalidad de extorsión. Un grupo de individuos extranjeros está utilizando una fachada de recolección de fondos para supuestos enfermos como puerta de entrada para intimidar y amenazar a los residentes, revelaron testimonios de víctimas y autoridades locales.
El engaño comienza con la llegada de estos sujetos a las viviendas, portando mochilas y mostrando fotografías que simulan casos médicos que requieren apoyo económico. Sin embargo, la aparente solicitud de ayuda esconde un mensaje mucho más siniestro. Al ser examinados con detenimiento, los vecinos han descubierto mensajes ocultos en estas imágenes, los cuales se transforman en amenazas directas y veladas exigiendo el pago de «cupos» a cambio de no sufrir represalias.
La sorpresa y la indignación han invadido a la comunidad, quienes inicialmente mostraron disposición a colaborar con la supuesta causa benéfica. La buena fe de los residentes está siendo explotada por estos delincuentes, quienes, según las denuncias, actúan con una impunidad que genera profunda preocupación.
La modalidad empleada por esta banda organizada parece evitar el uso de plataformas de mensajería instantánea como WhatsApp, lo que dificulta el rastreo y la obtención de pruebas digitales directas. Esta táctica sofisticada subraya la planificación y la peligrosidad de este nuevo método de extorsión.
Las autoridades locales ya han sido alertadas sobre esta situación y se encuentran investigando las denuncias. Sin embargo, la sensación de vulnerabilidad entre los vecinos es palpable. La descripción de los extorsionadores coincide en varios testimonios: hombres jóvenes, de acento extranjero, que visten gorras y ropa informal para pasar desapercibidos y dificultar su identificación por parte de las víctimas o las cámaras de seguridad.
Este nuevo método de extorsión representa un desafío significativo para las fuerzas del orden y exige una respuesta contundente para proteger a los ciudadanos y desarticular a estas bandas criminales que se aprovechan de la solidaridad y la buena voluntad de la gente.
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