La Universidad Nacional José Faustino Sánchez Carrión de Huacho se encuentra en el ojo de la tormenta tras revelarse graves irregularidades en su reciente examen de admisión. Un informe del diario La República destapó un entramado de corrupción que involucraría desde suplantación de postulantes hasta cobros ilegales para asegurar vacantes, manchando la reputación de la institución a nivel nacional.
El pasado 27 de abril, durante la evaluación, las autoridades universitarias detuvieron a cinco individuos por suplantación de identidad. Los nombres de los implicados son: Marco Antonio Román Cayetano (22), quien se hizo pasar por un aspirante a Ingeniería Civil; Danna Molly Vargas Villavicencio (19), suplantando a una postulante de Medicina; Brayan Yeferson Huamani Antonio (25), quien intentó ingresar en lugar de un aspirante a Medicina Humana; Aidee Yaranga Mendoza (28), quien suplantó a otra postulante de Medicina Humana; y Jamira Liseth Niño Mendoza (26), quien también se presentó en lugar de una aspirante a la carrera de Medicina Humana.
Pero las alarmantes revelaciones no terminan ahí. Padres de familia denunciaron públicamente que tramitadores estarían solicitando sumas que alcanzan hasta los 20,000 soles para garantizar el ingreso de los postulantes, evidenciando una red de corrupción que operaría en los alrededores de la universidad.
Un hecho que ha generado indignación es el ingreso de dos hermanas a la carrera de Medicina con exactamente el mismo puntaje: 177.800. Este suceso ha levantado serias sospechas sobre la transparencia del proceso de calificación y ha alimentado aún más las acusaciones de favoritismo y manipulación.
La situación se torna aún más delicada al conocerse las aspiraciones políticas de algunos allegados a la universidad. Si bien no se postularían directamente, trascendió que estos «magnates» universitarios ya tendrían un candidato ideal para las próximas elecciones regionales y municipales en la Región Lima, con la intención de invertir millonarias sumas en su campaña. Esto plantea interrogantes sobre el origen de estos fondos y su posible vinculación con las prácticas corruptas denunciadas.
La comunidad de Huacho y la opinión pública nacional exigen una investigación exhaustiva y sanciones ejemplares para los responsables de este escandaloso caso que atenta contra la integridad del sistema educativo y la meritocracia. El descrédito moral de la Universidad Faustino es innegable y las consecuencias de estas acciones podrían ser devastadoras para su futuro.
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