Vecinos claman justicia tras el brutal crimen de Gladys Bernal Fernández y exigen acciones URGENTES ante la creciente ola de criminalidad e inacción de las autoridades en la provincia de Cañete
La consternación e indignación se han apoderado de Quilmaná tras el asesinato de Gladys Amelia Bernal Fernández en su hogar. El crimen, a balazos mientras cenaba en Jr. Loreto y Jr. Libertad, evidencia la inseguridad y el temor en Cañete.
Dos desconocidos en moto atacaron a través de la ventana. Testigos lo describieron como «sangre fría». Este hecho se suma a una preocupante escalada criminal que, según vecinos, controla Quilmaná.
La comunidad manifiesta profunda preocupación por la falta de estrategias efectivas de las autoridades. La pérdida de Gladys Bernal Fernández simboliza la desprotección ciudadana ante el avance de la criminalidad.
Reuniones vecinales señalan la ausencia de videovigilancia y la reducción de Serenazgo. Los vecinos exigen al alcalde reformular estrategias de seguridad, restablecer el patrullaje mixto y eliminar a delincuentes y sicarios que atemorizan Quilmaná y Cañete.
«No podemos seguir con miedo. Gladys era una vecina, y esto muestra que nadie está a salvo. Necesitamos que el alcalde actúe para protegernos. Estamos abandonados», declaró una vecina en protesta.
La falta de respuesta clara de las autoridades agrava la indignación. La comunidad demanda acciones concretas y resultados visibles para la seguridad de Quilmaná. Este suceso subraya la urgencia de abordar la inseguridad en Cañete integralmente, con prevención, fortalecimiento institucional y participación ciudadana.
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