Vibraciones, grietas y negligencia: ¿Hasta cuándo esperarán la tragedia?
El puente peatonal de Chancay se ha convertido en una trampa mortal. Los usuarios denuncian que la estructura tiembla como gelatina con el paso de cada vehículo pesado, mientras las grietas se multiplican en sus cimientos. La concesionaria Norvial se limita a un mantenimiento superficial, pintando la fachada mientras la infraestructura se desmorona. Los vecinos viven con el temor constante de un colapso inminente, pero los responsables parecen esperar el desastre con los brazos cruzados.
«Nosotros siempre nos desplazamos a diario. Hay veces cuando pasan buses o camiones de carga, el puente tiembla como gelatina», explicó una ciudadana, resaltando la intensidad de las vibraciones que sienten al cruzar. La situación se agrava con las denuncias de grietas visibles en las bases del puente, lo que ha generado alarma entre los residentes.
La falta de acción por parte de la concesionaria Norvial, que solo ha realizado «mantenimiento figurativo», ha generado indignación y preocupación. Los usuarios exigen una revisión exhaustiva de la estructura y medidas urgentes para garantizar la seguridad de los peatones.
¿Cuántas vidas más se pondrán en riesgo antes de que se tomen medidas? La comunidad de Chancay exige respuestas y acciones inmediatas para evitar una tragedia anunciada.
