Entre Escombros y Lágrimas: Exigen Verdad Tras la Tragedia en Real Plaza
El eco de los lamentos aún resuena en los pasillos del Real Plaza de Trujillo. Entre los escombros, la vida se apagó, dejando un vacío que ni el tiempo podrá llenar. Una niña de 8 años, sueños truncados, risa silenciada.
Familias rotas, corazones desgarrados, exigiendo respuestas, justicia. «Que esto no quede impune», clama Julia Ramos, madre de Daniela, su única hija, arrebatada por la tragedia.
En el funeral, el dolor se palpa, la indignación se siente. «Que demuelan ese sitio», exige Julia, un grito que resuena en la conciencia de una ciudad entera. «Esperamos que, en un país como el Perú, no se ponga precio a la Justicia», claman los familiares, una súplica que busca eco en la sociedad.
La tragedia del Real Plaza no es solo un accidente, es un recordatorio de la fragilidad de la vida, de la importancia de la seguridad, de la necesidad de justicia. Trujillo exige respuestas, exige que los responsables rindan cuentas, exige que la memoria de las víctimas sea honrada con la verdad.
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