Festín político en el norte chico, con el sello de Rosa Vásquez y César Acuña
En un claro abuso de poder, la gobernadora de Lima, Rosa Vásquez, y su equipo han convertido un camión del Gore Lima en su plataforma de propaganda. El “pescado decomisado”, cargado y distribuido bajo la dirección del Director Regional de Producción, César Zapata, fue el pretexto perfecto para que militantes de César Acuña, como Jimy Li y Karina Leandro, se presentaran en un evento público como si fueran parte del Gobierno Regional.
Un descarado acto de clientelismo político, donde lo único que falta es el letrero: “En esta región, lo público es de Acuña”. La participación de estos personajes en el evento, lejos de cumplir con fines sociales, refleja una estrategia electoral que usa recursos del Estado para fortalecer aspiraciones políticas personales y de partido. La vergüenza es mayor al considerar que la gobernadora, comprometida a actuar con integridad, recurre a estas tácticas para asegurar su reelección o un futuro escaño en el Congreso.
La manipulación de los bienes públicos por parte de las autoridades regionales muestra cómo el poder político puede corromperse cuando los intereses personales prevalecen sobre el bien común. Este evento no solo pone en evidencia la falta de valores de la administración de Vásquez, sino también su disposición a alinear el aparato estatal con las ambiciones de un solo partido, dejando en el olvido el verdadero propósito del servicio público. Este tipo de actuaciones desprestigian a las autoridades locales y afectan la confianza de los ciudadanos en las instituciones públicas.