La alegría de un paseo familiar se transforma en una dolorosa pérdida que conmueve a la comunidad
La mañana del pasado fin de semana, la costa de Chancay se tiñó de luto tras un trágico accidente que arrebató la vida a una madre de 24 años y su pequeña hija de solo 7. Ambas formaban parte de un grupo de 32 turistas que, emocionados por conocer el megapuerto de Chancay desde el mar, abordaron una embarcación que, según informes previos, ya había presentado fallas mecánicas.
El paseo, que prometía ser una jornada de alegría y celebración, se convirtió repentinamente en un escenario de terror cuando la embarcación comenzó a mostrar problemas en pleno trayecto. En medio del pánico generalizado, el bote volcó, sumergiendo a sus ocupantes en una lucha desesperada por sobrevivir. Ocho personas más resultaron heridas y fueron trasladadas al Hospital de Chancay, donde, afortunadamente, se encuentran estables.
A pesar de los esfuerzos heroicos de los pescadores y del personal de la Capitanía del Puerto, Estefani Trujillo y su hija fueron halladas sin vida, un trágico recordatorio de cuán frágil puede ser la vida. La comunidad se encuentra de duelo, unida en su dolor por esta incomprensible tragedia que ha dejado una profunda marca en sus corazones. Las sonrisas y risas de un día familiar se han convertido en un recuerdo desgarrador. Que esta tragedia nos recuerde la importancia de la seguridad en nuestras comunidades.
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