Mientras se incrementa la ola de homicidios en la región Lima, la gobernadora regional de Lima – continúa entregando patrulleros, pero carece de una estrategia real de seguridad
En medio de una creciente ola de sicariato e inseguridad, la gestión de Rosa Vásquez Cuadrado, gobernadora regional de Lima, ha sido objeto de severas críticas por su aparente inacción y falta de liderazgo. Tras dos años en el cargo, la mandataria ha hecho poco más que comprar patrulleros de baja calidad, sin implementar una estrategia efectiva para combatir el crimen que asola la región.
En una reciente ceremonia, Vásquez “re bendijo” estos vehículos, mientras en las calles de Huacho, la violencia y la muerte cobraban vidas, sumiendo a familias enteras en la desesperación.
A pesar del luto que rodea a la región y las exigencias de justicia de las familias afectadas, la gobernadora ha preferido evadir su responsabilidad y huir ante la crisis. Su última entrevista con un medio nacional, en la que aplaudió al Ministro del Interior, añade insulto a la herida de quienes claman por seguridad.
La ausencia de una verdadera política de seguridad convierte su gestión en un circo de incompetencia y desinterés por las vidas de sus ciudadanos. Rosa Vásquez no solo debe rendir cuentas por su vacío gobierno, sino también enviar un mensaje de condolencias a las víctimas del crimen que ha ignorado.
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