La actitud autoritaria de la gobernadora de Lima provincias nos deja en shock: ¿dónde quedó la transparencia y el respeto a la prensa?»
En un lamentable giro de los acontecimientos, Rosa Vásquez Cuadrado, actual gobernadora de Lima, mostró su verdadero rostro durante una reciente reunión en la que intentó silenciar a la prensa y evitar que la grabaran. Ante un reclamo legítimo de un ciudadano, la mandataria no dudó en perder los papeles, revelando una actitud que contradice los principios de una democracia saludable. “¡Por qué me grabas!”, gritó a Napoleón Ponce, quien simplemente ejercía su derecho a la información en un espacio público.
Lo irónico es que esta misma gobernadora, que en campaña prometía ser una voz para todos, ahora se encuentra en la cuerda floja por su postura ante el controversial destape de la actividad minera en el Nevado de Llongote en Yauyos. Aparentemente, la presión de su propia conciencia la ha llevado a caer en la trampa de la opacidad y falta de rendición de cuentas.
“Si su gestión carece de transparencia, ¿Cómo podemos confiar en su liderazgo? Rosa Vásquez, la «cholita» que pretendía ser la esperanza de la región, ahora se enfrenta a la realidad: no puede huir de la crítica ni del escrutinio público” – se escribe en las redes sociales.
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