Obras millonarias, contratos a dedo y ‘arreglos’ descarados: El escándalo que destapa las aparentes prácticas corruptas detrás de la gestión de Rosa Vásquez
Mientras los políticos prometen un cambio, en San Pedro de Cusi (Yauyos) parecen haberse especializado en lo de siempre: el “arreglo” por debajo de la mesa. Abel Elguera Cueto, testigo estrella y protagonista involuntario de esta tragicomedia, no dejó espacio para dudas al confesar públicamente cómo su empresa metió mano en la campaña de Rosa Vásquez y ahora exige cobrar la factura, pero con intereses.
La obra en cuestión es el colegio inicial 422, valorada en más de 2 millones de soles, pero su verdadero costo parece medirse en lealtades compradas y favores políticos. Según Elguera, Caleb Ramos, el cerebro detrás del negocio, se embolsó 32 mil soles por la supervisión adjudicada al Consorcio SUPRIM, mientras que un tal «Horacio» recibió una propina de 5 mil soles. ¡Qué generosos!
El descaro no termina ahí: el comité favorito de Ramos, ese grupo de «expertos» que adjudica contratos como si fueran pan caliente, otorgó la supervisión a SUPRIM, integrado por Raúl Edmundo González Haro y CJ & Alto Rendimiento, con la única firma realizada en toda la gestión de Vásquez. Ah, pero no olvidemos que uno de los miembros del comité estuvo inhabilitado por meses y, como premio, ¡le crearon una plaza nueva!
Elguera no solo confesó el arreglo, sino que recordó con amargura que, tras pagar más de 30 mil soles, la indignación quedó servida: ¿por qué la empresa que pagó tanto recibe menos del pastel?
Señores de la Fiscalía Anticorrupción, aquí tienen no solo una pista, sino todo el guion.
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