Contraloría evidencia graves deficiencias que comprometen fondos públicos, mientras la autoridad universitaria guarda silencio
En un país como Perú, donde los casos de corrupción y falta de valores empañan el desarrollo social, la Universidad Nacional de Barranca (UNAB) se encuentra en el ojo de la tormenta. Un reciente informe de la Contraloría General de la República, el N° 038-2024, ha revelado una serie de irregularidades en la ejecución de la obra destinada a la Escuela de Contabilidad de la institución, donde más de 13 millones de soles del erario público están en juego.
La gestión de Cecilia Haydee Eufemia Aliaga Herrera, presidenta de la Comisión Organizadora, ha sido señalada por su incapacidad para solucionar las deficiencias detectadas en el expediente técnico. Estas fallas, lejos de ser corregidas, podrían derivar en sobrecostos al proyecto, generando un impacto negativo no solo en los recursos estatales sino también en la comunidad barranquina.
Entre las observaciones más graves, Contraloría advierte la escasa participación de especialistas en estructuras y arquitectura (solo el 30%), la ausencia de personal clave, la falta de señalización de seguridad en áreas críticas como el winche de transporte de materiales, y un preocupante desorden en los espacios de obra, lo que pone en riesgo tanto a los trabajadores como al entorno ambiental. Estos descuidos no solo comprometen la calidad de la construcción, sino que además reflejan la improvisación y la falta de ética profesional en la gestión del proyecto.
El silencio de Cecilia Aliaga frente a estos señalamientos genera indignación, pues no solo se trata de recursos perdidos, sino del desprestigio de una universidad que debería ser un símbolo de formación y valores. Este caso es una muestra más de cómo la corrupción y la negligencia siguen siendo protagonistas en un Perú que clama por transparencia y responsabilidad.
VIDEO: