La maquinaria del amiguismo no descansa: un consorcio sin experiencia se lleva la obra del colegio de Valdivia con la bendición de “La Cholita” y una lluvia de millones que moja bolsillos ya conocidos
En Cañete, el arte de convertir la inexperiencia en contratos millonarios parece haberse perfeccionado. Esta vez, el protagonista del escándalo es el colegio de Valdivia en San Vicente, un proyecto que costará más de 11 millones de soles y que terminó en manos del flamante «Consorcio Valdivia». ¿El detalle? Este consorcio es la suma de una empresa sin contratos propios y otra que, al parecer, “prestó” sus papeles para ganar. Todo gracias al aparente respaldo de lo que hoy Lima provincias tiene por gobernadora.
La empresa Proyectos e Importaciones Wall EIRL, responsable del 55% del contrato, solo tiene dos obras estatales previas, siempre consorciada y con porcentajes mínimos. Y no es casualidad que en sus escasas aventuras haya compartido camino con «Loa Hnos.», los mismos que ya tienen 60 millones de soles acumulados en obras públicas en apenas dos años.
¿Casualidad? Los vínculos de Wall EIRL con el grupo «Loa Hnos.» se repiten en Pacarán, Zúñiga y ahora en Valdivia. Mientras tanto, las instituciones llamadas a investigar, como la Fiscalía Especializada en Delitos de Corrupción y la DIRCOCOR, parecen estar de vacaciones largas y forzadas.
En Cañete, el negocio sigue redondo. Los Lindos de Lima Sur tienen la receta para convertir «torpezas» en fortunas y el silencio institucional en complicidad. Pero tranquilos en un país donde se convive con la putrefacción moral – todo debe ser mera casualidad.