Con un espectáculo de incompetencia, la feria llega a su plaza, y la evacuación se vuelve un rompecabezas. prepárense: la feria del descontrol está aquí, pero su seguridad parece no ser parte del espectáculo. ¡Que empiece la función!
La gestión del alcalde Carlos Yauricasa no deja de sorprendernos, y no precisamente por su brillantez. Mientras el pueblo imperialino se siente burlado, el edil y su equipo dan la bienvenida a una feria que no fue pedida, ni deseada, en medio de quejas y un memorial de oposición.
¡Bravo, alcalde! Su capacidad para ignorar la voz de los ciudadanos es digna de un espectáculo de magia: ¡puf! Y las preocupaciones desaparecen – expresa el indignado ciudadano de a pie.
Mientras se instalan las atracciones y se preparan los puestos de comida y veta de licor, los vecinos se preguntan: ¿Dónde están las rutas de evacuación ante un eventual sismo o incendio?
Como bien dicen las redes sociales: “Si tanto les gusta la juerga, ¿por qué no trasladan la fiesta a la puerta de su casa?”. La ironía no se detiene aquí; el alcalde promueve un simulacro de evacuación el 5 de noviembre, mientras los ciudadanos se preguntan qué tan efectivo será cuando todo esté enrejado.
Pueblo imperialino, prepárense: la feria del descontrol está aquí, pero su seguridad parece no ser parte del espectáculo. ¡Que empiece la función!