Las polémicas declaraciones del ministro Manero reavivan el debate sobre la crisis alimentaria en el país
El ministro de Desarrollo Agrario y Riego, Ángel Manero, se ha convertido en el rostro de un Gobierno que parece vivir en una burbuja, desconectado de la dura realidad que enfrentan millones de peruanos. Su perpetua afirmación de que “en el Perú no se pasa hambre” ha provocado una ola de indignación y desdén, dejando claro que quienes dirigen este país no comprenden las necesidades de la población.
En localidades como Cañete, donde la pobreza y la inseguridad alimentaria son palpables, estas declaraciones resuenan como un insulto.
Manero, lejos de reconocer la crisis, ha sido calificado por algunos como “imbécil”, reflejando el desprecio hacia un discurso que suena más a propaganda que a una verdadera comprensión de la situación.
La brecha entre el Gobierno y la ciudadanía se amplía cada vez más, mientras los ciudadanos lidian con la dura realidad del hambre y la falta de acceso a alimentos básicos.
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