Ilegales préstamos, extorsión y muerte
Patricia Saavedra lloró por la masacre que dejó a su familia con cicatrices imborrables. En el frente de su casa todavía se pueden ver varios de los más de 90 disparos que mataron a sus dos hermanos y a un primo.
Christian Saavedra trabajaba en préstamos de dinero y encontró la manera de obtener mejores ingresos en este negocio, por lo que se unió a su hermano y su primo. Esto no les caerá bien a las organizaciones criminales – quienes decidieron eliminarlos para tomar ventaja sobre los préstamos de Cañete.
A casi un año de lo sucedido – la familia espera justicia en el país de las injusticias.
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