Un terreno en el distrito de Chilca también estaría comprometido en transacciones sospechosas
En la intrincada trama de corrupción que rodea al caso Sada Goray, han surgido recientemente nuevos personajes y transacciones sospechosas que arrojan luz sobre la extensión y complejidad del entramado delictivo.
Esta vez, el foco se dirige hacia Chilca, provincia de Cañete, donde terrenos áridos y abandonados ocultan millonarias negociaciones clandestinas.
Según un reportaje de Cuarto Poder, uno de estos terrenos, que abarca 69 hectáreas, se encuentra en el centro de una historia hasta ahora desconocida, que está vinculada a una lujosa residencia ubicada en la prestigiosa urbanización El Golf en San Isidro. Resulta que esta mansión formó parte de la millonaria coima que la empresaria Sada Goray pagó para obtener favores en el Fondo Mivivienda.
Uno de los protagonistas clave en la vinculación entre el terreno de Chilca y la casa de San Isidro es Martín Montoya Marcilla, un empresario de 31 años y estudiante de economía que, a pesar de no haber completado su carrera universitaria, fundó diversas empresas en el ámbito financiero e inmobiliario.
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