Lo que piensa la gente de los hombres de prensa. Los más osados opinaron que en Cañete y la región Lima abundan los auto titulados periodistas genufléxos, cobardes y poco valientes ante el miembro erecto del poder de turno
El ciudadano de a pie – resume que en la región Lima – el periodismo ha sido mancillado de las formas más perversas. “Se ha convertido por en los últimos años en la vedette de tanga roja y senos grandes, en la prostituta preferida por los parroquianos de saco y corbata apoltronados en las cimas del poder (entiéndase autoridades de turno)”.
La mayoría cree que el buen periodismo ha muerto porque se ha vendido al mejor postor. “La pauta publicitaria sigue siendo un tema preocupante para la libertad de expresión” – comentan tras expresar que nadie se cree la continuas frases que emiten los llamados comunicadores locales “que una cosas es la publicidad y otra su libertad para informar”.
”Ahora priman los publirreportajes, los elogios y la defensa de quienes pautan e, incluso, pagan comisiones a ciertos periodistas”, opinaron.
Aunque prefirieron no mencionar programas o medios de comunicación, los más osados opinaron que en Cañete y la región Lima abundan los auto titulados periodistas genufléxos, cobardes y poco valientes ante el miembro erecto del poder de turno, cuya felación alimenta su vicio y su dependencia el uno del otro.
“Se venden al mejor postor, se sientan en el muslo de quien tiene la billetera más gorda, se pegan a quien financia sus bajas pasiones, hablan dicen y escriben lo que un tercero les pide que hagan, esos señores no merecen ser llamados periodistas, más bien golfas, cuyo lupanar tienen a bien llamar periodismo, toda una pena y una vergüenza”, acotaron.