Al descubierto – las sorprendentes referencias de la jefa de Logística del siempre desacreditado hospital Rezola, aparentemente impuesta por el vicegobernador Nicolás Barrera y el consejero cañetano José Caico
La corrupción política, entendida como utilización espúrea, por parte del gobernante, de potestades públicas, en beneficio propio o de terceros afines y en perjuicio del interés general, es un mal canceroso que vive en simbiosis con el sistema democrático, a pesar de ser teóricamente incompatible con el mismo.
Una muestra de ello, es lo que viene sucediendo al interior del siempre desacredito Hospital Rezola de Cañete. Se trata del caso de la trabajadora Jhoana Lozano Salgado, quien recientemente ha sido cesada del cargo de jefa de Logística del referido nosocomio por –según testimonios– convertir en una isla la oficina que dirigía, de cometer insubordinación contra sus superiores y presumir de sus supuestos padrinos el vicegobernador regional Nicolás Barrera Moran y el consejero José Caico Fernández para hacer y deshacer en dicha entidad.
Tras comentarse que la causa de todos los males en el sector público, es la falta de ética pública de los gobernantes de turno, llegados a la política no por vocación ni espíritu de servicio, ni siquiera por ideología, se conoció que la discutida servidora pública arrastra una extensa lista de denuncias que reporta el Ministerio Público.
Lozano Salgado, registra procesos por agresión del grupo familiar, ocultamiento y/o destrucción de información, tráfico de influencias, falsedad ideológica, peculado y mucho más.
“Que intereses tendrían los señores Barrera y Caico para imponer la presencia de una persona que está en la mira del Ministerio Publico”, se dijo desde uno de los pasadizos del maltratado nosocomio cañetano.