“He vuelto a nacer…si he vuelto a nacer”, expresó hoy el minero Jesús Ccapatinta Rayme tras ser liberado del infierno que significó para su vida los seis días que pasó en lo profundo de la mina Cabeza de Negro, en la región Ica.
Confesó también haber llorado pensando que nunca iba a ser rescatado, una posibilidad que lo aterraba en los primeros días del involuntario encierro.
“Fueron lagrimas de sentimiento, creí en un momento que nunca iba a salir”, manifestó mientras miraba al cielo, como si le estuviera dando las gracias a Dios, en silencio.
Jesús Ccapatinta dijo que durante los siete días atrapado en las entrañas de la mina, pensaba mucho en su familia, y en los recuerdos que su memoría había almacenado sobre sus seres queridos, como un flashback de amor.
«Ahora sólo quiero abrazarlos…», refiere mientras ensaya una sonrisa que no logra disimular el drama que vivió este hombre.
A pesar de sus temores, dijo, trataba de mantener la alegría en el grupo para no caer en el desanimo ni la depresión.
Ccapatinta agradeció al presidente Ollanta Humala por su preocupación para liberarlo junto a sus otro ocho compañeros, y a los ministros Jorge Merino y Ana Jara, y a todos quienes colaboraron en devolverlo sano y salvo.